Llamamiento de organizaciones de
Colombia a la Cumbre de los Pueblos en Cartagena
El 14 y 15 de abril de 2012 se realizará en Cartagena, Colombia, la VI
Cumbre de las Américas que reúne a los presidentes de 34 países del
continente.
Estas cumbres han incluido decenas de temas como derechos humanos,
integración, pobreza, cambio climático humanos y en esta oportunidad el
título será “Conectando las
Américas: Socios para la Prosperidad”, pero en realidad fueron iniciativa de Estados Unidos para afianzar su predominio y
promover sus enfoques sobre libre mercado y seguridad hemisférica.
Inicialmente, el tema central fue la implementación y profundización
defensa del Consenso de Washington y los TLC comenzando por el ALCA; en materia
de seguridad, la guerra contra el narcotráfico, contra el terrorismo y la continuidad
del Tratado interamericano de Asistencia Reciproca y de la Junta
Interamericana de Defensa y la exclusión
de Cuba.
Sin embargo la situación ha cambiado y han sido evidentes las posiciones
discrepantes de varios gobiernos frente a la agenda del gobierno
estadounidense. En la pasada cumbre en Trinidad en 2009, Barack Obama, prometió un nuevo tipo de relación
con América Latina. Pero muy rápidamente frustró las expectativas creadas. Avanzó en la militarización del
Hemisferio, apoyó el golpe de Estado en Honduras y sigue respaldando el
régimen ilegítimo de Porfirio Lobo,
radicalizó la “guerra” contra el narcotráfico, que solo ha servido
para aumentar la militarización y la violencia, no eliminó las sanciones a
Cuba, no propuso cambios en la legislación migratoria y ha continuado la tradicional posición
hegemonista de Washington, tratando de fortalecer la OEA, los mecanismos de
preponderancia militar de EEUU en la región y saboteando los esfuerzos de
integración regional sin Estados Unidos como los planteados en el ALBA,
UNASUR y la Organización de Estados de Latinoamérica y del Caribe, CELAC.
Por todas estas razones, la VI
Cumbre de las Américas 2012, es una oportunidad para cuestionar la naturaleza
de las relaciones entre Estados Unidos y la región que no se han basado, como
prometió Obama en el “respeto mutuo y la cooperación”. También es el momento
de que se reconozca que los países con mejores resultados en materia de
desarrollo y bienestar son quienes han
tomado mayor distancia económica y política de Estados Unidos.
Los movimientos sociales del continente debemos constituir un escenario
propicio para exigir a los gobiernos el replanteamiento completo de las
relaciones con Estados Unidos.
Por realizarse en el Caribe es importante denunciar la política
estadounidense hacia esa cuenca, y resaltar la pobreza y marginalidad que
sufren los habitantes de la misma, lo cual contrasta con las promesas de
desarrollo social
El gobierno
colombiano ha profundizado la dependencia de Estados Unidos, apoya su
política de guerra a nivel mundial y profundiza el modelo económico que ha
llevado a numerosos países y al mundo a la grave crisis en que nos
encontramos, como es evidente en el proceso de implementación del TLC que se
está surtiendo. La pobreza, el desempleo, el desplazamiento, el acaparamiento
de tierras, la perdida de la soberanía alimentaria, la degradación del medio
ambiente, la desindustrialización y el favorecimiento del enriquecimiento
especulativo son predominantes en Colombia. La militarización de la lucha
contra el narcotráfico mediante el Plan Colombia y demás acuerdos con la
potencia del norte, hacen evidente que el modelo de desarrollo que ha asumido
Colombia beneficia sólo a una minoría
Debemos exigir la eliminación de bases militares, ejercicios conjuntos y
patrullaje de la IV flota, el fin definitivo de la guerra contra el
narcotráfico y su reemplazo por una
política integral, multilateral y con énfasis en las medidas de salud
pública.
Los gobiernos del continente, atendiendo a los llamados de sus pueblos,
deben restablecer incondicionalmente el derecho de Cuba a pertenecer al
sistema multilateral y eliminar las sanciones en su contra. También deben
abandonar el libre comercio basado en la exportación de productos básicos,
controlar la inversión extranjera preservando la capacidad de desarrollo
nacional, el respeto a los derechos humanos, económicos, sociales y
culturales, el ambiente y la biodiversidad y las condiciones de vida digna para
la población, y profundizar en los procesos de integración autónoma
Los movimientos sociales de
Cartagena y de Colombia llamamos a la
realización de una Cumbre de los Pueblos para debatir y construir con nuestros hermanos y hermanas de América una
posición conjunta acerca de las relaciones hemisféricas y el rol de la
política de Estados Unidos, presentar nuestras demandas a los gobiernos,
exigir que en la Cumbre se debatan nuestras posiciones y denunciar la
política guerrerista de la administración de Washington.
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